domingo, 4 de noviembre de 2012

Adiós cuentos, hola realidad.

No quiero un verano como el de phineas y ferb, ni ser tan rica como London Tipton. No quiero besar una rana y que se convierta en príncipe, ni tener que recogerme antes de las doce porque mi carroza se convierta en calabaza. No quiero que me salve la vida mi príncipe azul ni que un joven apuesto me despierte de un sueño eterno. No quiero un hache que me recoja en moto ni un chico que me despierte con un buenos días princesa. No quiero una fábrica de chocolate, ni viajar en el tiempo, ni una capa invisible, no. No quiero nada de eso.
No quiero vivir un cuento. La vida no es de color de rosas y ya es hora de ver las cosas como son.
Ni existen los príncipes ni yo soy una princesa. Amores de verdad hay pocos, uno diría yo. No puedes estar enamorandote cada día de uno, pero si deberías enamorarte cada día del mismo. No quiero vivir un cuento porque las cosas no se solucionan con una varita mágica, ni pidiendo un deseo a un estrella. No. Es hora de vivir la realidad, de estamparte contra el suelo. De caer y aprender a levantearte. De poner una sonrisa aunque estés hecha una puta mierda. De fingir, de desahogarte con la almohada. De encerrarte en el baño, llorar, y salir como si no hubiese pasado nada.
Pero aún así puedes ser feliz. Debes ser feliz, porque sonreir es la única meta que debes tener en esta vida.
Adiós cuentos, hola realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario