miércoles, 28 de marzo de 2012

Vivencias de una historia.

Y sí es verdad, la vida esta para vivirla, y hoy por ti mañana por mí. Vive tu vida como si fuese la única, ¿irónico no? ¿Solo tenemos una vida, o realmente nos reencarnamos y no nos acordamos de nuestra vida anterior?
¿Y qué más da?
Te preocupas por el más allá, por el universo, por los dinosaurios, por cualquier cosa excepto por ti.
¿Qué más da que hay más allá de lo que tus ojos alcanzan a ver, si no te preocupas por lo que ves?
Comprende primero lo que alcanza tu vista y fíjate después en lo que hay detrás.

Amistad.

La profundidad del mar.
El olor del azahar.
El último rayo de Sol.
Y silencio. Silencio. Silencio exterior. Silencio interior. Solo silencio. Silencio intranquilo. Silencio incomodo. Silencio silencioso.
Y luz. Luz que alumbra un camino oscuro. Luz que da vida donde hay muerte. Luz que resplandece entre la oscuridad. Luz que te mima. Luz que te busca. Luz que te acompaña. Luz que es luz. Luz luminosa.
Y sí es así. Es ese momento en el que estas peor que nunca, en el que los minutos se hacen horas, en el que solo te apetece llorar, en el que ves los colores más apagados, en el que sea lo que sea no te va a poner bien. Ese silencio interior que nos abruma mientras millones de pensamiento inundan nuestra cabeza como un tsunami . En ese momento en el que necesitas que algo te saque de ese pozo sin fondo y ahí esta. Esa luz que te ayuda, que te ilumina, que te hace ver las cosas de otra forma, esa luz, ese amigo que nunca te falló, esa persona en la que confías, a la que quieres y que sabes que no te hará daño. Esa luz que es difícil de encontrar pero que si la encuentras tendrás un tesoro. Esa persona que te conoce mejor que tu mismo, que observa cada paso tuyo y que sabe cuales son tus sentimientos. Esa persona que sabes que si te caes te cogerá.
Esa luz que ilumina tu camino cuando vas a oscuras.
Esa persona. Ese amigo. Ese hermano.
Yo tengo la gran suerte de contar con una de esas personas en mi vida.
Espero que vosotros tengáis la misma suerte.
Hoy, a esa persona, le doy las gracias.

Vive.

Y pensar que cada día sale un rayo de Sol distinto.

Vivimos alejados de lo que pasa a nuestro al rededor, sin ni siquiera observar aquel que nos tiende la mano. Esa persona que siempre estuvo ahí y nosotros dejamos de echarle cuenta. Ese juguete antiguo del que no nos separábamos cuando meramos pequeños que hoy yace en el rincón más escondido de tu habitación y tú ni siquiera lo recuerdas. Esas palabras que alguien te dijo y que prometiste no olvidar nunca, y hoy ni si quiera recuerdas quien te las dijo. Esas promesas que hiciste prometiendo cumplir y que nunca cumpliste o tal vez olvidaste.

La mente del ser humano esta preparada para olvidar. Para recordar solo lo que nos hizo pensar, cambiar u olvidar.

Dentro de poco, o de mucho, no lo sé, tu también olvidarás lo que acabas de leer, lo que has hecho hoy, lo que harás luego.
Así que disfruta de tu vida como si fuera el último para que aunque olvides cualquier detalle sepas que lo viviste con intensidad y que mereció la pena.

lunes, 12 de marzo de 2012

Que de ilusiones no se vive, per sí se sobrevive.

Despierto. Despierto en un mundo de horror y desamparo. De gente que camina sola, sin ninguna compañía más que la electrónica, sin nada a lo que amar, sin nada a lo que aferrarse cuando sienten, sin sentir si quiera. Despierto en un mundo de guerra, en un mundo en el que la iglesia esta hecha de mármol y oro y niños en países subdesarrollados, en los que tener un simple trozo de pan que llevarse a la boca día a día es un mérito. En los que políticos gobiernan haciendo lo mejor para el país, que cada vez va a pero. Despierto en un mundo en el que ni siquiera sé si tendré un futuro del que comer. Despierto en un mundo en crisis, no solo económica, sino moral, social, sentida. Despierto en un mundo envuelto en el terror. Y duermo. Vuelvo a dormir. Vuelvo a cerrar mis párpados para no ver más dolor. Y allí estoy yo, en mi mundo, que no existe, pero que a mi me hace feliz. Un mundo en el que no hay miedo al que dirán, en el que hay al menos comida equitativa, un mundo en el que hay justicia. Sí, porque el mundo en el que vivimos no es justo, ni equitativo, ni suficiente para mucho. Y yo sé que de ilusiones no se vive, pero de que creen ustedes que se levantan los niños de África cada día si no es con la ilusión de que algo cambie, de que llegue de nuevo ese al que hacían llamar mesías, Jesús, Cristo. De qué creen que viven las personas que con el sueldo mínimo tienen que mantener a dos hijos. De qué creen que viven los niños pequeños a los que no hay más capricho que un regalo barato en su cumpleaños si no fuese de los reyes magos.
Piensen que si no nos ilusionásemos no viviríamos, no lucharíamos, no seríamos nada.
Hoy, tú, que lees esto, con tu sueldo base, que te da para el fin de mes y poco más, tú, siéntete orgulloso, pues tú eres grande, porque no es más rico quien más tiene si no quien menos necesita.
Que de ilusiones no se vive, pero sí se sobrevive.