viernes, 27 de abril de 2012

El tiempo del amor.


Si pudiera tener algún poder, aunque solo fuese uno, por unos instantes, unos segundos, durante un tiempo, pediría sin dudar poder controlar. ¿Para qué? Para poder pararlo justo en el instante en el que tus ojos se cruzan con los míos y se quedan clavados en mi pupila. Detener el tiempo en el que acaricias mis labios con tus finos dedos mientras que dices que me quieres una y otra vez. Detener el momento en el que mis labios y los tuyos se juntan fundiéndose en un largo beso que podría confundirse con el más majestuoso de los abrazos. Detener el momento en que me hablas sin hablarme, me miras sin mirarme y me besas sin besarme. Detener el momento en el que tus brazos se enlazan con mi cuerpo y fundimos sentimientos en un abrazo que duraría años. Detendría el tiempo en cada uno de los momentos en los que me apartabas el pelo de la cara, hacías bromas con mis mofletes y volvías para darme un beso en la frente. Detener el momento en los que me acurrucabas a tu lado y me hacías sentir la mejor persona del mundo. Detener el momento en el que me protegías con una simple mirada. Detener el momento en el que sabía que estabas siempre ahí conmigo. Me encantaría poder detener cada uno de esos momentos para que nunca se acaben.
Parar todos y cada unos de los relojes del mundo y que solo quedásemos tu y yo, por siempre y para siempre.
Controlaría el tiempo solo para verte conmigo aquí y siempre.
Controlaría el tiempo porque realmente te quiero.
Nunca lo olvides.

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